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Economía Digital
Es evidente que la economía en la que vivimos es muy diferente de la que existía hace tan sólo 20 o 30 años. La irrupción de internet y los dispositivos móviles en nuestras vidas han cambiado totalmente el panorama tradicional de la economía, y aún queda recorrido para que cambie aún más, y de una forma más acelerada. De hecho, a esta nueva economía se la denominada “economía digital”, pero ¿Qué es la economía digital?
Economía digital se refiere básicamente al uso de las tecnologías de la información en los procesos de producción de bienes y servicios, así como también en su comercialización y consumo. Dicho de otra manera, se refiere al consumo o la producción (ya sea de productos o de servicios) utilizando las tecnologías de la información de alguna u otra manera. Claros ejemplos de la economía digital son la educación virtual, las redes sociales, el comercio electrónico o la banca digital.
Características y ventajas de la economía digital
Como comentábamos anteriormente, la economía digital tiene una serie de características que la diferencian de la economía tradicional o industrial, principalmente:
- Infraestructura: la producción, consumo y/o comercialización se llevan a cabo mediante la utilización de recursos tecnológicos.
- Negocio electrónico: se trata de un negocio que incluye la tecnología en sus procesos, utilizando aplicaciones informáticas o plataformas digitales, por ejemplo.
- Comercio electrónico: se refiere a la compra y venta de productos y servicios a través de internet.
Hay que tener en cuenta que la economía digital ha aportado y seguirá aportando múltiples ventajas, tanto para los productores o prestadores de servicios como para los consumidores.
Este tipo de economía proporciona más información, puesto que se dispone de mayor cantidad de datos para tomar decisiones sobre lo que el consumidor busca. También aporta mayor cercanía, puesto que el consumidor puede contactar de forma más directa con el fabricante, prestador de servicio o distribuidor a través de páginas webs, aplicaciones o redes sociales. Ello está muy relacionado con la presencia global, que, aunque pueda parecer que aleje al consumidor y producto, realmente los acerca, en tanto que el consumidor puede acceder a la oferta de productos y servicios en cualquier momento y lugar. Además, otra de las grandes ventajas es la seguridad que ofrece este tipo de economía, puesto que las transacciones digitales cuentan con una tecnología que las hace seguras, como la autentificación reforzada de los pagos digitales.
Obviamente, es importante señalar que todas estas ventajas tienen múltiples riegos, como los fraudes y la dificultad que supone para algunos consumidores realizar transacciones únicamente por la vía digital (sobre todo de personas mayores o con menos acceso a las nuevas tecnologías).
Futuro de la economía digital
El futuro de la economía digital no parece que sea quedarse con una cuota de la economía al margen de de las formas tradicionales de actividad económica, sino poco a poco ir incorporándose a ella, complementándose la una a la otra, más que sustituyéndola, y aportando el valor que necesita la economía tradicional.
Por eso, se cree que todo lo relacionado con la economía digital (pagos, comercio electrónico, etc.) se irá incrementando a tasas elevadas en los próximos años. Si bien ya se han producido crecimientos elevados, esto sólo hará que incrementarse. Probablemente, las empresas grandes aumentarán el poder que ya tiene su economía digital, y aquellas empresas más pequeñas tendrán que adoptar procesos o recursos digitales para su subsistencia y poder llegar a aquellos consumidores que, de una u otra forma, utilicen los medios digitales para consumir.
